Microsoft nos ofrece un excelente aliado para ejecutar aquellas aplicaciones que consideremos dudosas y de forma segura. A esta solución le llama Espacio aislado de Windows o en inglés, Windows Sandbox. Su principal característica radica que en cuanto se cierra, se borran todos los datos y podemos volver a tener una nueva instancia limpia la siguiente vez que lo ejecutemos. Adicionalmente, nos permite copiar fichero del escritorio nuestro a la instancia y viceversa.
Para poder usar la característica en cuestión, debemos disponer de un Windows 10 versión Profesional o Education con una compilación igual o superior a 18305.
En caso de querer activar dicha característica, deberemos de acceder a la sección “Activar o desactivar las características de Windows” y activar Espacio aislado de Windows. Dicha activación requerirá del reinicio del equipo.
Nota: en algunos casos veo que indican que la característica se llama Windows Sandbox, en mi caso sale como Espacio aislado de Windows.
Una vez reiniciado el equipo, ya podemos hacer uso de este buscándolo como Windows Sandbox tal y como se aprecia en las siguientes imágenes:
Para copiar un fichero o ejecutable a la instancia, tendréis que usar la opción de copiar y pegar con el botón derecho del ratón. Si queréis más información de esta utilidad podéis acceder al siguiente enlace de Microsoft.
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